Pepe cada vez tiene menos amigos, a Pepe ya nadie lo soporta. Pepe es un tío sincero, va de cara. Dice todo cuanto se le pasa por la cabeza y no tiene reparo en decirte cuatro verdades. Si piensa que “tienes un morro que te lo pisas” pues te lo dice y punto!
Una de las claves principales para ayudar a pepe en su relación con los demás, (y consigo mismo) es observar que tipo de comunicación establece con sus conocidos, amigos, y familiares. Algunas de las dificultades de relación social, se deben en parte, al tipo de comunicación que utilizamos cuando nos relacionamos con los demás. Y es que Pepe, siendo un hombre autoconsiderado sincero y honesto, ha llegado a la conclusión que hay que ser un tío falso, y hacer como su amigo José, que siempre hace lo que los otros quieren. y siempre calladito… sin rechistar! Dice siempre si y ala, no tiene problemas con nadie!
“Pasa que mi amigo José no está bien, se le ve como triste! Y no me extraña, siempre cediendo… ¿ASÍ QUE? ¿HAY ALGUNA SOLUCIÓN?
Pepe pasa de tener una comunicación habitual agresiva (ofensas, juicios, insultos, gritos…) a querer tener una comunicación pasiva (a partir de ahora haré todo lo que me pidan y no diré ni lo que pienso, ni lo que siento, como mi amigo José). Lo cierto es que está frustrado, no consigue darle buen resultado ninguna de las dos. Con el primer tipo de comunicación le invaden los enemigos, con el segundo tipo se enfada consigo mismo por someterse a los demás y no poder expresar sus opiniones y sus necesidades. ¿EXISTE ALGUNA SOLUCIÓN PARA PEPE? Efectivamente, existe lo que llamamos, comunicación asertiva. Se trata de respuestas directas y sinceras, respetando siempre la posición propia y la de los demás. Implica responder sin agresividad, respetando a la otra persona a la vez que nos respetamos a nosotros mismos no sometiéndonos a todo lo que nos plantean con la intención de agradar. En el entreno en comunicación asertiva la persona aprende a decir No, a expresar opiniones y deseos propios, a la vez que aprende a respetar, no agrediendo al otro con insultos o expresiones ofensivas.
¿Te atreves a entrenar en asertividad?