¿Te cuesta tomar decisiones? ¿Eres de las personas que pregunta a los demás “qué hago” para que te sea más fácil elegir? Normalmente, detrás de un no saber qué elegir , se esconden miedos. Miedo a equivocarnos, miedo a hacerlo mal, miedo a que nos juzguen, a no elegir la mejor opción… También sucede, que nos cuesta deshacernos de las cosas, quiere decir que si elegimos una opción nos tenemos que despedir de la otra, y eso no siempre es fácil. Aunque no seamos del todo conscientes, pasamos gran parte del dia tomando decisiones. Incluso cuando no decidimos nada, estamos decidiendo. Fíjate, decidimos estar en el “no decido nada” , y eso ya es una decisión. Algunas elecciones que tomamos a lo largo del dia son de tan poca relevancia que no nos dan dolores de cabeza. Pero otras, resultan de mayor importancia y complejidad y podemos pasar unos días, semanas o incluso meses angustiados, hasta dar con la elección. Incluso también podemos pasarlo mal una vez hemos decidido… con remordimientos de si habré hecho bien, habré hecho mal, habrá sido la mejor opción…etc.
A continuación, te muestro cinco pasos a seguir, que puedes emplear cuando te encuentres ante la situación de tener que elegir entre dos o varias opciones.
- Coge papel y bolígrafo y anota ventajas e inconvenientes de cada opción.
- cuando tengas todas las ventajas e inconvenientes anotados, dáles un valor numérico. Puedes usar valores de 0 a 10 para definir tus intereses. Valorar es importante, ya que no todos los pros y los contras pueden tener el mismo peso para ti. Por ejemplo, si te encuentras ante la toma de decisión de cambiar de puesto de trabajo, puede tener más peso para ti la proximidad de tu actual puesto, que el sueldo que vas a cobrar en tu posible nuevo empleo. Así, podrías valorar con un 8 la ventaja de la cercanía de tu actual puesto, frente a un 5 para la ventaja de tu nuevo salario, por ejemplo.
- Una vez tengas las puntuaciones, ya estás list@ para sumar. Ahora, observa que opción de elección parece ser a grandes rasgos la más beneficiosa para ti. Y digo parece porque nunca sabrás a ciencia cierta si elegir opción A fue mejor o peor que elegir opción B o C o cuantas hubiesen. Todas las opciones tendrán sus cosas más positivas y sus cosas más negativas, así que no tengas miedo, no te equivocarás. Y si en un futuro crees haberlo hecho, no pasa nada. Todos nos equivocamos y gracias al error aprendemos.
- Una vez elegida la opción, imagínate ahí, viviendo dia a dia en la opción elegida. Y observa cómo es tu proyección. ¿Es positiva? Tu intuición te dice que por ahí vas bien? ¿ o todo lo contrario? no te sientes bien, y aprecias alguna tensión o incomodidad en tu cuerpo? Escucha al cuerpo. Si te sientes tenso o angustiado en esa opción, mira a ver por qué. Quedarás sorprendido de las cosas que pueden llegar a decirte tus emociones, y ellas también podrán ayudarte a decidir. Si por contra, te sientes cómodo, a gusto y feliz ahí… despídete de tu otra u otras opciones. Puedes romper el papel a trozos y deshacerte de todas las que no has elegido mientas dices algo así como “Adiós, me despido de ti”.
- Una vez elegida la opción, no le des más vueltas. LA DECISIÓN ESTA TOMADA. Si tu mente tiende a ser puñetera y utiliza frases tipo ” debía haber elegido lo otro” ” me habré equivocado seguro” etc.. no hagas caso! Redirecciona tu pensamiento utilizando frases más nutricias como “todo va a salir bien” ” he tomado una buena decisión”.